Héctor Espino, una esrella beisbolera que nunca se apaga

Héctor Espino, una esrella beisbolera que nunca se apaga

En todos los deportes, y el beisbol no es la excepción, siempre hay jugadores que se convierten en estrellas para siempre.

Hoy cumplen 85 años del nacimiento del considerado mejor bateador de todos los tiempos en Liga Mexicana de Beisbol (LMB), el chihuahuense Héctor Espino González.

Fue el 6 de junio de 1939, cuando en la casa marcada con el número 4813 de la calle 34, esquina con Urquidi, en la colonia Dale de la cuidad de Chihuahua, nació el que seria tremendo jonronero y gran ser humano.

Héctor Espino, con su actuación en el beisbol, dejo todo un legado; logró magníficos numéricos en las estadísticas, sus récord son impresionantes y hablan por sí solos. 24 temporadas, tanto en la LMB como en la del Pacífico, 484 jonronres, récord en la LMB, 2,388 juegos, 8,205 turnos al bat, 1,505 carreras anotadas, 2,752 hits, 373 dobles, 45 triples, 1,573 carreras impulsadas, 54 bases robadas y un promedio de bateo de .335.

Para muchos son solo números, pero para los conocedores de este deporte son cifras impresionantes. Espino inicio su carrera en 1959 representando a Chihuahua en el torneo nacional. Debutó en la LMB en 1964 con Sultanes de Monterrey, en donde fue nombrado novato del año.  En 1964, jugando ya como primera base, logró su primer título de bateo con un promedio de .371, 46 jonrones y 117 carreras impulsadas.

Sus tremendos promedios de bateo llamaron la atención de los buscadores de talento de las Ligas Mayores y fue contratado por los Cardenales de San Luis, jugo en triple A, pero nunca debutó en el equipo mayor. La razón del porque Espino nunca jugo en Ligas Mayores, según los expertos, fue por dos cosas fundamentales: Primero, sentía nostalgia por jugar en México, y segundo, por que no le gusto la fuerte discriminación de la que fue objeto en la Triple A, por lo que optó por regresar a la Liga Mexicana en 1966.

Aun así fue pretendido también por los Mets, los Padres y Angelinos, pero el jugador siempre se negó a jugar en Estados Unidos. En nuestro país perteneció a Montertey, Tampico, León, Monclova, Algodoneros y Diablos Rojos. Espino fue conocido por 3 apodos, inicialmente lo llamaron el Niño Asesino, después el Rebelde y finalmente como el Superman de Chihuahua.

También brillo en la Liga del Pacífico con los Naranjeros de Hermosillo, y fue parte del equipo ganador de la Serie del Caribe en República Dominicana. Por cierto, el estadio de beisbol en Hermosillo lleva el nombre de Héctor Espino. También es miembro del Salón de la Fama del Beisbol Profesional de México desde 1995. El Superman de Chihuahua falleció el 7 de septiembre de 1977 en Monterrey, víctima de un fulminante ataque cardíaco. De inmediato su reconocido número 21 de su uniforme fue retirado de por vida de todos los equipos profesionales, tanto de la Liga Mexicana como de la del Pacifico.

La Liga Estatal de Beisbol (LEB) de Chihuahua rinde tributo a este gran jugador chihuahuense, ejemplo de muchas generaciones y de jóvenes promesas de este bello deporte, quienes se inspiran en su gran carrera para ellos también brillar en el Rey de los Deportes.

Héctor Espino descansa en paz, pero su estrella beisbolera, que destacó con intensidad en el diamante, ahora brilla en todo lo alto, y nos recuerda que el beisbol ofrece, aparte de un gran y emocionante espectáculo, un medio para que los deportistas destaquen y tengan un mejor nivel de vida.

Espino, el tremendo Superman de Chihuahua, nunca será olvidado por sus paisanos, ni por todas las personas y organizaciones que buscan conservar y mejorar el beisbol en todo México.

El bat de Héctor Espino, chocando con todo su poder a la pelota, seguirá escuchándose por siempre en todos lados y el mejor regalo para un deportista es que siempre será bien recordado, y los logros de Héctor Espino nunca serán olvidados. (Con información de la LMB y el Salón de la Fama México). #lebchihuahua #aebchihuahua #chihuahua #beisbol #lebbankaool2024